COPLAS REVIVIDAS
Me llamo Tataro Tarara,
por la tierra y por el mar.
El sabor que guardo en mi boca
a nada se puede comparar.
Yo no vendo mi vida.
Mi vida me la tengo yo
o la regalo a Barbarita.
Tengo nariz, tengo ojos,
tengo dientes y tengo manos
para recorrer tus calles
de agua y tus canales.
Solos entre la gente que
no sabe nada, nada, nada de nada;
dentro de mi mente sólo veo a ti
mas si vuelvo atrás ya no estás aquí.
Solo, solo, solo como un perro solo
solo, solo, solo me estoy ahogando solo.
Pero a cada retraso
vuelvo a oír tus pasos
entre risas y perfume.
Juntos, juntos, juntos como dos ojos juntos,
Juntos, juntos, juntos ¿hasta cuándo, juntos?
Y lloro otra vez.
Veni mecum, diabla,
te estoy esperando tonto,
tonto y loco de ti.
Veni mecum pronto
te estoy esperando tanto
ni tú sabes cuánto
y cuánto santa eres por mí.
Por cuanto diabla y santa
tú no sabes cuánto
estoy queriendo y deseando a ti.
Santa, diabla y dueña,
te estoy esperando tanto,
tonto y loco por ti,
tan contento y tonto,
tonto y esclavo de ti.
Dueña, diabla y esclava mía
sube la escalera de mi lejanía
y se hace real cada fantasía.
Vade retro, tristeza,
ella está otra vez
aquí
cerca de mí.
Te quiero, te quiero, te quiero,
te quiero toda entera.
Te quiero, te quiero, te quiero
desde verano hasta primavera
y dentro, dentro y adentro,
dentro de mí y dentro de tu coño,
dentro de ti desde invierno hasta otoño
y más allá, más allá del tiempo y del espacio
nunca satisfecho y nunca sacio
nunca harto de ti
y nunca, nunca más dueño de mí.
Poeta, poeta, poetazo:
nada sin ti,
tú eres la mejor obra de arte
pasada en mano mía,
la obra maestra de mi fantasía
nacida sin artimañas ni artesanía
Poeta, poeta, poetazo,
títere
atado a los hilos
de los pelos tuyos;
títere
guiado por los pelos angelicales,
de tu pubis sagrado.
Poeta, poeta, poetazo
tan contento y tonto,
tonto y loco de ti.
O quizá seamos los dos esclavos y títeres de un único Titerero Amor que nos guía y conduce según su gusto y placer que ojalá corresponda
por siempre con el nuestro de este momento eterno.
Qué más que el paraíso
yo quiero este infierno.
Bailan mis pensamientos
alrededor de tu cuerpo
que voltea y danza.
Sola, dueña del mundo,
envuelta en un tango
como quien sabe
que mañana se muere.
Llámame, ámame, llámame pronto
llámame, ámame, te estoy esperando,
ámame ámame, quiéreme tanto:
la mitad de cuanto te estoy queriendo.
Llegar hasta la fin del mundo
y comprender que todo es nada sin ti.
Llegar hasta el hondo
más profundo
y dejarse andando
hasta cuando
tú estás lejos de mí.
Lejos como un mundo lejano
que no te acuerdas si existe
aunque lo tienes en tu mano
feliz como un sueño que resiste
contra viento y marea.
Y sea y lo que sea,
yo quedo aquí,
una parte de una parte de ti.